Reviviendo Libros de Antaño

¡Hola lectores!

Como se habrán dado cuenta por el título, el día de doy les traigo una entrada hablando sobre los ‘derechos del lector’, ya que me parece algo muy interesante, porque (más adelante se darán cuenta), esto sirve para crear cierta igualdad entre esta gran comunidad, ya que a veces hay personas (me incluyo, en algunos casos) que tienen un concepto de lo que es un lector y suelen juzgar premeditadamente, por ejemplo, diciendo que si uno lee cierta clase de libros (literatura juvenil en su mayoría o los famosos libros de youtubers, que suele ser muy criticada) no es un buen lector, o que si uno no lee por alguna circunstancia es una persona ignorante, o que saltarse algunas páginas o no terminar un libro es un delito (no lo tomen tan literal) y muchas otra cosas más… así que me puse a investigar un poco y encontré una imagen con los 10 derechos del lector, hecha por Daniel Pennac, un escritor francés, que me pareció sumamente interesante y correcta. Así que a continuación se los mostraré y les daré mi interpretación de cada uno.

¡Comencemos!

1. El derecho a no leer.

Hay momentos en las que tenemos ciertas obligaciones y/o responsabilidades que nos impiden dedicarle el tiempo que quisiéramos a la lectura, o puede que estemos pasando por el tan conocido ‘bloqueo lector’ y simplemente no nos apetece leer, lo cual no quita el hecho de que seamos lectores. Y otro punto es que para algunas personas, el que no lee es un ignorante y esto hace que ‘leer’ se convierta en una obligación y no en algo que se hace por amor o por gusto, tal vez esa persona a la que se está juzgando, sencillamente no haya encontrado el libro indicado.

2. El derecho a saltarse páginas.

Este gato me pareció muy tierno :3

Cabe la posibilidad de que estemos leyendo un libro y no nos interese mucho el contenido, queremos leerlo de una más rápida y fluida, o queremos terminarlo pero sentimos que leerlo al pie de la letra hace que se vuelva más tedioso,  por lo cual recurrimos a saltarnos algunas páginas, y esto no está mal, porque, por ejemplo(en mi caso), hay veces en las que el contenido es irrelevante y siento que pierdo tiempo leyéndolo así que suelo avanzar un poco para no perder el ritmo de la lectura.

3. El derecho a no terminar un libro.

Ese gran dilema entre querer leer más pero no querer terminar el libro

Hay muchas razones para dejar un libro a la mitad y no terminar de leerlo, y es que a veces sentimos que estamos leyendo algo que habíamos leído, o puede que la manera de escribir de un autor no nos agrade y haga que se vuelva una lectura pesada, o también puede que no estemos leyendo el libro en el mejor momento y no logremos conectar con la historia por la cual decidimos dejarla, lo cual es totalmente válido, así que no tenemos porque sentirnos mal al hacer esto, ya que hay personas que suelen obligarse a sí mismas a terminar un libro, porque tal vez se sienten culpables por algo que es completamente normal  (yo soy una de esas persona, así que pienso mejorar en ese aspecto y no forzarme a terminar un libro si no me está gustando).

4. El derecho a releer.

Para algunos el hecho de ‘releer’ un libro es un pérdida de tiempo, porque en vez de estar leyendo un libro que ya leíste, puedes estar leyendo algo mejor o invertir mejor tu tiempo, pero vamos, esto no tiene nada de malo, porque todos tenemos derecho a revivir una historia, recordar los buenos momentos que pasamos con un libro, reencontrarte con los personajes y hasta de pronto descubrir cosas que tal vez no notaste la primera vez que lo leíste (un claro ejemplo, ‘El principito’).

5. El derecho a leer cualquier cosa.

Nosotros tenemos nuestro propio criterio para leer la clase de libros que nosotros queramos, ya que somos responsables de lo que leemos y por tanto de lo que queremos que nos aporte o no un libro. Desafortunadamente a lo largo de los años la literatura industrial se ha encargado de determinar la clase de literatura que ‘según ellos’ es buena o mala, como por ejemplo los profesores de literatura actuales, que fueron educados con textos e historias clásicas y que tuvieron una formación diferente, piensan que la verdadera literatura es la ‘clásica’ (que ha perdurado a lo largo de toda la historia), menospreciando y demeritando el trabajo que se está haciendo actualmente con otro tipo de literatura como lo son es la ficción, la fantasía y en general la literatura ‘juvenil’, que es como la más criticada; y lo que yo pienso es que como dicen por ahí ‘para gustos, hay colores’ y como hay tanta variedad de personas, así mismo hay diversidad literaria, desde novela negra y policíaca, hasta ficción y fantasía, lo cual no tiene nada de malo, siempre y cuando respetemos los gustos de los demás.

6. El derecho al bovarismo

Para los que no conozcan el término ‘bovarismo’ aquí les explico rápidamente de donde viene y que significa. Esta palabra proviene del nombre Ema Bovary, protagonista de la novela Madame Bovary, de Flaubet, el cual fue implementado por el filósofo francés Jules de Gaultier, ya que a Emma Bovary le hubiera gustado tener la vida de los personajes de una novela, pero la realidad era muy distinta ya estaba muy insatisfecha con su vida, lo que significa que el ‘bovarismo’ es básicamente cuando nos sentimos identificados con un personaje, se generan emociones al leer un libro o nos adentramos mucho en la historia a tal punto de querer vivir en ella (también es llamada ‘enfermedad de transmisión textual’, pero en este caso no tomen tan literal lo de ‘enfermedad’, no se asusten). Este derecho es básicamente es hecho de que a la mayoría de nosotros nos pasa que estamos leyendo un libro y nos adentramos tanto en la historia que esta genera en nosotros muchos sentimientos, a veces quisiéramos estar en la posición de algún personaje o vivir en alguno de esos mundos ficticios que han creado los autores y hay personas que pueden juzgar y hasta burlarse de esto, doy un ejemplo personal, cuando terminé la saga de ‘Cazadores de Sombras’ hubo algo que sucedió casi al final que me rompió el corazón y me puse a llorar, luego llego mi madre y me preguntó que porque estaba llorando y yo le dije que por el libro y pues se rió de mí y me dijo que para que me ponía a leer esas estupideces y demás, igualmente yo seguí llorando hasta que me calmé y pues nada, ya pasó; o también hay veces en las que estamos leyendo en un lugar público y nos reímos o decimos algo inconscientemente y la gente nos mira raro, o incluso hay grupos de personas que personifican a su personaje favorito o recrean algunos de sus momentos o escenarios preferidos de la historia… pero a lo que me refiero es a que estas acciones/reacciones son normales y a muchos nos pasa, así que no tiene nada de malo.

7. El derecho a leer en cualquier parte

Esto si va de acuerdo a los gustos o preferencias de cada uno, ya que pueda que algunos les guste leer en la comodidad de su hogar, tal vez en el parque o incluso en cualquier lugar, es más ¿Sabían que en Rumania, no cobran el bus a cambio de leer? ¡Genial! ¿no creen?, pero la idea general es que no importa el lugar, lo importante es leer. 

8. El derecho a hojear un libro

A veces nos tomamos el atrevimiento de coger un libro al azar y empezar a leer algún fragmento de este, con el fin de dar un vistazo y ver más o menos de que trata la historia, y si nos gusta más adelante poder conseguirlo, o también el hecho de apreciar la edición de algunos libros que es inevitable abrir y echarles una hojeada, por lo hermosos que son, lo cual está muy bien.

9. El derecho a leer en voz alta

Esto lo solemos hacer con el fin de darles una voz a los personajes y conforme vamos leyendo podemos mejorar nuestro vocabulario y nuestra dicción (articulación de los sonidos al hablar), incluso algunos se les facilita más concentrarse si leen en voz alta. Eso sí, tampoco es que vayamos a leer en voz alto en cualquier parte, porque esto podría ser incómodo para los demás.

10. El derecho a guardar silencio

Hay libros que quizás no queremos compartir con los demás por alguna razón y eso está bien, no necesariamente tenemos que ir contando a todo el mundo cuántos o cuales libros leemos, solo para enaltecernos como lectores, ya que de vez en cuando debemos guardarnos nuestra opinión para no generar discordia o conflicto con los demás.

Y para final una pequeña reflexión… “no debemos burlarnos jamás de los que no leen, si quieres que un día ellos lean”, ya que hay personas que no leen porque nos les gusta o simplemente no han tenido la oportunidad de encontrarse con el libro indicado y es nuestro deber, o más bien, un privilegio que tenemos el hecho de ayudarlos a que conozcan y de acerquen de la mejor manera a este maravilloso mundo de la literatura.

Espero les haya gustado la entrada, ya que me esforcé mucho escribiéndola para ustedes. Antes de concluir les voy a dejar los links de las dos páginas principales en las que me apoyé para poder sustentar bien mis ideas y explicarles de la mejor manera cada uno de los derechos.

https://www.youtube.com/watch?v=Rfmkcp72BVI

http://es.slideshare.net/anggie30/el-qu-se-leer-los-derechos-del-lector-23711475

 Me gustaría que me dijeran abajo en los comentarios que les pareció la entrada, si les gustó o no y comenten alguno de los derechos, ¿Cuál les parece el más importante?

¡Felices lecturas!